No lo hace siempre. Solo a veces,
cuando tiene un día de esos que ella llama “puto gris”. Eduvane es así, tiene
fuerza incluso cuando está deprimida. Además de fuerza tiene en el baño una
lupa pequeña, como de juguete, que le permite ver todos los monstruos de sus
sueños y pensamientos. Una mañana se levantó así, en plan gris marengo y nada
más entrar en el baño fue directa a coger la lupa para inspeccionarse la boca.
Al abrirla casi se muere. ¡Aquello no estaba allí ayer! Aquello no había estado
allí nunca!
Desde entonces solo habla Latín.
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